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Metástasis vertebrales


El raquis es la tercera causa más frecuente de metástasis, siendo solo el 10% de los tumores vertebrales de tipo primario y el 90% metástasis. Los tumores que más producen esta afección son los de mama y pulmón.

 

En cuanto a la clínica de estas lesiones , la gran mayoría de pacientes presentan dolor vertebral local, radicular o ambos. El 70% es de localización torácica, 20% lumbar y el 10% cervical, siendo en el 30% de los casos varias metástasis no contiguas.

 

La compresión medular es una complicación importante en pacientes con metástasis vertebrales. Se produce por la expansión del tumor dentro del canal vertebral , originando una clínica neurológica que puede llevar al paciente a la paraplejia.

 

Para el diagnostico necesitamos de una buena anamnesis y exploración neurológica, así como de un apoyo radiológico. La técnica de elección es la resonancia magnética que permite confirmar el diagnóstico, conocer la extensión y una mayor planificación de intervención. Antes de cualquier actitud terapéutica debemos de filiar el tipo de metástasis y su procedencia, se debe hacer un estudio de extensión y diagnóstico, sino lo tenemos, así como biopsia de la lesión.

 

El pronóstico de estas lesiones es infausto , depende en gran medida del estado neurológico, de su expansión en los compartimentos vertebrales y el tipo de tumor . Si presenta disfunción neurología previa, el 85% que la mantenía al inicio, la conservaran después del tratamiento. Otro factor pronóstico es la velocidad de instauración del déficit neurológico, siendo así que una clínica que progresa rápidamente indique severidad y mayor daño neurológico, por lo tanto que sea más probable de no ser reversible.

 

La supervivencia de estos pacientes depende de la respuesta al tratamiento. No obstante también depende de que la histología del tumor sea favorable o menos agresiva.

 

En cuanto al tratamiento depende del estado neurológico, el tiempo de afectación, la estabilidad vertebral , el grado de dolor del paciente y la expansión del tumor. El tratamiento puede ir desde abstención terapéutica, cirugía curativa o paliativa.